Su diseño triangular distribuye cargas y tensiones uniformemente por toda la esfera. Esto confiere al domo una fortaleza excepcional, soportando grandes pesos (nieve, tierra) y resistiendo fuerzas externas intensas.
La forma curva del domo permite que el viento lo rodee fluidamente en lugar de impactar contra él. Esto reduce excesivamente la presión del viento, haciendo extremadamente resistentes a condiciones eólicas severas.
La estructura permite integrar paneles transparentes en toda su superficie, incluyendo la parte superior. Esto asegura una entrada óptima de luz natural difusa, iluminando uniformemente el interior durante el día.
La superficie interior curvada del domo puede crear efectos acústicos distintivos, como la concentración del sonido en puntos focales. Es una propiedad acústica única de su geometría esférica a considerar.
Al minimizar la superficie exterior expuesta por el volumen interior, el domo reduce la pérdida o ganancia de calor. Esto crea un ambiente interior más estable, requiriendo menos energía para mantener una temperatura confortable.
La forma esférica natural del domo fomenta un ambiente equilibrado y orgánico. Se cree que facilita un flujo energético positivo, promoviendo una sensación general de armonía y vitalidad dentro del espacio habitable.
A partir de los 7 metros de diametro un domo ya puede tener la altura necesaria para colocar un entrepiso ganar màs espacio